miércoles, 16 de enero de 2008
|OCTAVOS DE FINAL|
Álvaro Muñoz | Palencia
Moyá e Ibagaza borran las ilusiones de un triplete blanco
El buen fútbol merengue de la primera parte no sirvió para doblegar a un correoso Mallorca
El Real Madrid tomó de su propia medicina y terminó perdiendo el partido con un gran gol de Ibagaza
Estos últimos partidos el equipo dirigido por Bernd Schuster parecía que se iba acomodando a los restos capellitas y acompañado de un “salvador” Iker Casillas y al acierto de Van Nistelrooy iban solventando los encuentros. Hoy se puede decir todo lo contrario.
En la primera parte la pareja de argentinos Higuaín-Saviola demostraron su suplencia fallando un gran número de ocasiones que les podía haber dado la clasificación, sin embargo cuando perdonas terminas pagándolo, y cuando quedaban siete minutos para el final una vaselina de Ariel Ibagaza batía a Dudek.
Nada más empezar el encuentro una ocasión de Saviola sirvió para demostrar que el santo que acompaña todos los domingos a Casillas se encontraba a favor del meta balear. Unos minutos mas tarde Borja Valero sacaba el balón sobre la línea de gol a un remate de Gonzalo Higuaín.
Como si de imanes se tratase, la pelota y la portería mallorquinista se repelían por completo y siempre terminaba en las manos del cancerbero isleño. Cuando la primera mitad llegaba a su final, otra vez, el ex de river malograba un mano a mano que hubiese cambiado el partido por completo.
Aparición de Ibagaza
La segunda parte comenzó con dos claros cambios. En primer lugar, el entrenador alemán dio entrada al holandés Van Nistelrooy para encontrar los goles que los argentinos no habían conseguido, y en segundo puesto, Gregorio Manzano quiso tener la posesión del esférico quitando a un delantero y metiendo al “Caño” Ibagaza.
Guti y Gago mandaban en el medio, Drenthe dominaba la banda pero lo más importante, el gol, seguía sin venir.
La ansiedad se apoderó de los blancos que en cierto punto ya no sabían que hacer, aunque la meta defendida por el polaco no sufría ningún peligro. Fruto de esta ansiedad un balón aéreo fue controlado por el “cañito” y con una magnífica vaselina bate al guardameta polaco. El triplete es borrado de un golpe en la grada del Santiago Bernabéu.
Un año más, y ya van quince, la ilusión copera desaparece de la mente blanca con más pena que gloria. ¿Será el primer palo para Schuster?
El buen fútbol merengue de la primera parte no sirvió para doblegar a un correoso Mallorca
El Real Madrid tomó de su propia medicina y terminó perdiendo el partido con un gran gol de Ibagaza
Estos últimos partidos el equipo dirigido por Bernd Schuster parecía que se iba acomodando a los restos capellitas y acompañado de un “salvador” Iker Casillas y al acierto de Van Nistelrooy iban solventando los encuentros. Hoy se puede decir todo lo contrario.En la primera parte la pareja de argentinos Higuaín-Saviola demostraron su suplencia fallando un gran número de ocasiones que les podía haber dado la clasificación, sin embargo cuando perdonas terminas pagándolo, y cuando quedaban siete minutos para el final una vaselina de Ariel Ibagaza batía a Dudek.
Nada más empezar el encuentro una ocasión de Saviola sirvió para demostrar que el santo que acompaña todos los domingos a Casillas se encontraba a favor del meta balear. Unos minutos mas tarde Borja Valero sacaba el balón sobre la línea de gol a un remate de Gonzalo Higuaín.
Como si de imanes se tratase, la pelota y la portería mallorquinista se repelían por completo y siempre terminaba en las manos del cancerbero isleño. Cuando la primera mitad llegaba a su final, otra vez, el ex de river malograba un mano a mano que hubiese cambiado el partido por completo.
Aparición de Ibagaza
La segunda parte comenzó con dos claros cambios. En primer lugar, el entrenador alemán dio entrada al holandés Van Nistelrooy para encontrar los goles que los argentinos no habían conseguido, y en segundo puesto, Gregorio Manzano quiso tener la posesión del esférico quitando a un delantero y metiendo al “Caño” Ibagaza.
Guti y Gago mandaban en el medio, Drenthe dominaba la banda pero lo más importante, el gol, seguía sin venir.
La ansiedad se apoderó de los blancos que en cierto punto ya no sabían que hacer, aunque la meta defendida por el polaco no sufría ningún peligro. Fruto de esta ansiedad un balón aéreo fue controlado por el “cañito” y con una magnífica vaselina bate al guardameta polaco. El triplete es borrado de un golpe en la grada del Santiago Bernabéu.
Un año más, y ya van quince, la ilusión copera desaparece de la mente blanca con más pena que gloria. ¿Será el primer palo para Schuster?
Álvaro Muñoz | Palencia









