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martes, 15 de enero de 2008
|OCTAVOS DE FINAL|


Un Barça italiano elimina al vigente campeón



El conjunto catalán empató a cero ante el Sevilla y consiguió el pase para los cuartos de final


Se esperaba un gran partido donde los goles predominasen en un emparejamiento que se podía decir que de era de champions, y la verdad es que los dos conjuntos aburrieron a los espectadores del Camp Nou.

Los compases iniciales del encuentro parecían una prolongación del partido de ida, jugado de poder a poder y convertido en un correcalles. A los veinticinco segundos, un envío envenenado de Alves desde la derecha estuvo a punto de ser aprovechado por Chevantón, y en la jugada posterior, Iniesta desarmó a la defensa andaluza en busca de la escuadra de De Sanctis con escaso éxito. Pero conforme transcurrieron los minutos, los dos equipos exhibieron su versión más fría, más analítica.


Deco entra en escena

Acuciado por la necesidad, el Sevilla tomó el mando en el segundo acto. El cuadro de Manolo Jiménez trató de reactivar sus bandas y la figura de Jesús Navas cobró protagonismo con un lanzamiento lejano que solventó correctamente Víctor Valdés. Bien sostenido por Márquez en el pivote, pero escaso de pegada arriba, el Barça adelantó sus líneas con la incorporación de Bojan.

El imberbe delantero dotó de más mordiente al ataque y estimuló la maquinaria azulgrana, que a pesar de todo seguía reclamando un nexo que diese más sentido a su juego. Rijkaard tomó nota y a petición de su público, al unánime grito de "¡Deco, Deco!", el entrenador holandés introdujo al motor portugués.

El partido entró en la recta decisiva. Una constante fase de tanteo, una cuestión de detalles, en la que un mal paso, una decisión inoportuna, podía apear a cualquiera de los dos contendientes.

A menos de diez minutos para el final, Daniel Alves elevó el tensiómetro blaugrana con un disparo que golpeó la parte superior de la portería de Valdés, y tan sólo tres minutos después, se produjo la acción clave del encuentro. Jesús Navas remató al fondo de las mallas e impregnó el Camp Nou de un gélido silencio, pero Pérez Burrull apreció la posición irreglamentaria del sevillista y anuló el gol. El coliseo catalán tomó aire y empujó al Barça, en su concepción más italianizada, a los cuartos de final.

No es el fútbol que los seguidores culés esperan ver del Barça pero de momento les ha servido para eliminar un grande como el Sevilla.


Crónica extraida de 'as.com'
 
posted by Alvaro Muñoz at 15:43 | Permalink


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